miércoles, 17 de junio de 2009

Tiempo de Evangelizar

Evangelizar es dar a conocer las Buenas Nuevas a la humanidad, es llevar la esperanza de salvación, es llevar el conocimiento de Cristo a toda criatura (1). Es un gran reto para aquellos que se disponen a esparcir estas noticias y opera una gran transformación en aquellos que la reciben (2).

Evangelizar va más allá de cumplir un plan o estrategia específica para llevar o compartir el Evangelio, ya que la evangelización opera no solo por la verbalización de la Palabra, sino también por nuestra imagen y verdadero estilo de vida que, junto con la Palabra, también compartimos con todos aquellos quienes queremos llegar, y conozcan las verdades de Cristo, y pueda operarse en ellos esa transformación o restauración.

Definitivamente para evangelizar hay que hablar, hablamos con palabras, hablamos con nuestro estilo de vida, hablamos con nuestra imagen, hablamos con todos los sentidos, representando en nosotros la Palabra viva que Dios pone en nuestra boca para que otros la tomen y la vivan también. De esta manera aseguramos un gran efecto del evangelio porque posee una gran autenticidad y coherencia con nuestras vidas.

La evangelización hoy, en este siglo, debe catalogarse como una acción social a todo nivel, dado que pobres (3) y ricos (4), oprimidos y excluidos (5), huérfanos y viudas (6) y todo el mundo, están llamados al arrepentimiento, y a la salvación, y reconocer la nueva vida que le ofrece Jesucristo.

Y en este hablar, en todas las dimensiones, no se escapa el hablar de Cristo, que es real, está a nuestro alcance, aunque invisible ahora, sigue presente, alguna vez fue hecho carne y vivió entre nosotros dejando un ejemplo de vida que todos debemos seguir, y que aseguró que sí enseñábamos y guardábamos todas las cosas que nos enseñó, estaría con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo (7).

Cuando evangelizamos y solo hablamos de Cristo, y no nos involucramos en todo lo que implica servir al Señor, cuando solo hablamos de Cristo, y no hacemos buenas obras, no diezmamos, no ofrendamos, cuando solo hablamos de Cristo, y no practicamos ni buscamos la justicia (8), cuando solo hablamos de Cristo, y no buscamos la paz (9), cuando solo hablamos de Cristo, y no lo alabamos (10), ante todas estas circunstancias se oye la voz del hombre, pero calla la voz de Dios, y la evangelización por consiguiente no es efectiva.

Una verdadera evangelización te involucra a ti principalmente, que puedas creer y vivir según los parámetros de vida que establece la Biblia, que puedas ser luz (11) donde hay tinieblas, que tu vida sea transformada de una manera radical, para que en lugar donde te encuentres seas ejemplo de Cristo y de su verdad.

La Palabra de Dios relata la historia del buen samaritano (12), un pobre judío en apuros que fue socorrido por un samaritano, recordemos que para la época de Jesús los judíos y los samaritanos tenia serias diferencias desde el punto de vista histórico, por lo que no se relacionaban entre sí, sin embargo este samaritano fue llamado a misericordia y socorrió al judío, recordemos que antes habían pasado por el lugar un sacerdote y un levita y no hicieron nada para auxiliar al judío. Esta historia ejemplariza lo que significa hablar de Cristo y no hacer nada, caso del sacerdote y el levita, la evangelización ocurre cuando amamos al prójimo como a uno mismo, sin acepción de nación ni cualquier otra distinción, caso del samaritano.

Siempre es tiempo de evangelizar, aprovechemos todo plan organizado para este fin, transformemos nuestras vidas, para que en ese proceso de evangelización no se oiga nuestra voz sino la voz de Dios, que la oración se haga indispensable en todo acto de evangelización, que tu fe no te abandone, ni las ganas de servir al Señor. Cuando evangelizamos estamos haciendo tesoros en el cielo, y la consecuencia de llevar el conocimiento de Cristo a todo lugar, es la bendición de Dios sobre tu vida.

Lugares para evangelizar, muchos, temas desde donde evangelizar también muchos, solo debes sentir un gran amor por el prójimo y tener fe que Dios se va a glorificar en la vida de estas personas.

Hay un gran reto delante de nosotros, el reto de hablar de Cristo, el reto de vivir conforme a Cristo, el reto de ser usado por Dios para traer almas a los pies de Cristo, para ello despójate del afán, del egoísmo y renueva tu mente para llevar acabo esta acción justa, sí te esfuerzas y eres valiente, y te dejas guiar por el poder del Espíritu, podrás hablar a una persona, y ten seguridad que esta persona será llena de vida, el aliento de Dios soplará sobre ella y del polvo nuevamente se recreará un ser nuevo, un ser vivo en Cristo Jesús.

A mi me resultó.
De: Iván Berroterán

Citas Bíblicas

(1) Marcos 16:15
(2) Lucas 19:1-6
(3) Salmo 72:13
(4) 1 Timoteo 6:17
(5) Hechos 10:38
(6) Salmo 68:5
(7) Mateo 28:20
(8) Mateo 6:33
(9) Mateo 5:9
(10) Efesios 1:5-6
(11) Mateo 5:14-16
(12) Lucas 10:30-37

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